Cinco consejos para una ducha perfecta

Una ducha tibia es una de las mejores formas de empezar el día o bien de terminarlo. El agua aclara las ideas, despeja y apacigua la mente. De una u otra forma, todos coincidimos en que nos duchamos porque lo necesitamos y lo deseamos, por lo que sería una excelente idea sacar el mejor provecho de la ducha.

Sin embargo, es común que cometamos errores cuando nos bañamos y terminemos por causar daño en la piel o el cabello. Es por esto que queremos compartir contigo algunos consejos para que además de disfrutar de la ducha, esta sea saludable.

1. Frecuencia

Una vez por día es lo justo y necesario para que la ducha tenga un efecto positivo en nuestro cuerpo. Sucede que cunado lavamos nuestro cuerpo demasiadas veces, el jabón y demás productos de higiene personal pueden causar un efecto no deseado en la piel. Por ejemplo, se destruye la protección natural que nos da la capa de ácidos naturales de la piel, según indican algunos estudios.

Asimismo, también se recomienda que en el caso de quienes tienen problemas de piel y se duchan más de una vez por día, el baño no debe superar los cinco minutos. Esto es porque las pieles atópicas sufren mucho el exceso de agua y más si esta está demasiado caliente.

En relación con el cabello, la frecuencia de lavado no es la misma que para el cuerpo. El cuero cabelludo también tiene aceites naturales que le brindan protección por lo que, si lo lavamos todos los días, solo estaremos debilitando su composición natural. Con dos o tres veces por semana es suficiente para lucir un cabello limpio y sano. 

2. Temperatura

El punto anterior nos lleva a la temperatura que debería tener el agua cuando nos duchamos. Por más que amemos el agua bien caliente sobre todo en época invernal, es un grave error ducharse con agua a altas temperaturas. En este sentido, los aceites naturales que tenemos en la piel se van perdiendo y quedamos sin una capa protectora muy importante.

3. Dirección

Cuando nos duchamos, debemos bañarnos desde la cabeza hacia los pies. Si ese día nos toca el cabello, comenzamos por la cabeza y luego de terminar continuamos con el resto del cuerpo. De esta manera, si quedaron restos de productos capilares se eliminarán con el jabón corporal.

El rostro lleva cuidado extra y te sugerimos uses un producto especial. Existen geles de ducha para rostro que lo limpiarán de forma correcta y son menos abrasivos que el jabón regular. 

4. Partes del cuerpo

Es común que nos enfoquemos en las partes del cuerpo a las que tenemos más fácil acceso, como las extremidades, por ejemplo. Sin embargo, los expertos recomiendan poner énfasis en las axilas, los pies, los genitales y las manos. Si lavamos todo el cuerpo y no prestamos atención a estas partes, podrían quedar restos de jabón y causar infecciones y otros inconvenientes en la piel.

5. Secado

Intenta usar una toalla de algodón suave y no frotar enérgicamente la piel, sino secarse aplicando la toalla y ejerciendo una leve presión en cada parte del cuerpo. Recuerda dedicarles más tiempo a las partes no tan visibles y a los pliegues cutáneos para quitar toda la humedad.

Finalmente, procura utilizar productos cosméticos de buena calidad de origen natural y una vez que te hayas secado, aplicar en todo el cuerpo una crema hidratante.

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