Yoga: todo lo que tienes que saber antes de practicarlo

¿Qué es yoga? ¿Es una actividad física, una filosofía, una forma de meditar? Podríamos decir que el yoga abarca un poco de los tres y los fusiona en perfecta armonía. El yoga se refiere a una unión exclusiva que se da entre el cuerpo y la mente a través de la respiración.

Quienes practican yoga encontraron en esta disciplina un atenuante para aquellos problemas que se originan en el trajín de la vida acelerada que muchos llevan en la actualidad. El yoga está indicado para todos los que busquen un necesario equilibrio entre lo físico y lo mental.

Asimismo, es excelente si se anhela una vida saludable y plena. Pero para ello, primero es necesario calmar los pensamientos negativos y obsesivos que tanto dañan nuestro cuerpo y poder alcanzar así un estado de paz y sanación interior.

El yoga se basa principalmente en ejercicios corporales de elongación, flexibilidad y control de la mente, por lo que su práctica es beneficiosa tanto a nivel físico como cognitivo.

Yoga y el cuerpo

Con respecto al plano físico, el yoga aumenta la flexibilidad y el tono muscular, lo que ayuda a disminuir las dolencias crónicas. Además, contribuye a corregir la postura corporal, la cual en general no es muy buena debido al sedentarismo propio de esta época. En este sentido, alivia las molestias cervicales y los dolores en toda la columna vertebral.

Las "asanas" o posturas que propone la práctica de esta disciplina, fortalecen el sistema inmune e incrementan la capacidad respiratoria. Por otro lado, nos ayudan a desarrollar la habilidad de dominar el equilibrio y la noción del espacio que nos rodea.

Igualmente, disminuye los dolores causados por fibromialgias, artritis, osteoporosis, etc. Con respecto a los huesos, intensifica su densidad y los fortalece, por lo que reduce los niveles de cortisol u hormona del estrés lo que ayuda a retener el calcio en los huesos. Finalmente, evita enfermedades de tipo digestivas o de colon y mejora los movimientos intestinales.

Yoga y la mente

El yoga también actúa a nivel cognitivo, ya que es muy beneficioso para el desarrollo de nuestra memoria y concentración. En esta disciplina la meditación es fundamental, y una vez que aprendes la técnica, solo te resta disfrutar de todo lo que el yoga le puede aportar a tu mente. Eleva los niveles de serotonina, lo que a su vez contribuye a controlar los estados de depresión. Es común que ante una situación que nos desestabiliza emocionalmente sintamos que nos cuesta manejarla. La práctica asidua de yoga nos ayuda a tratar y a gestionar la ira o la agresividad que muchas veces nos inmoviliza y nos hace vivir experiencias muy negativas.

Como habrás visto, el yoga solo tiene beneficios que aportar a este binomio de cuerpo-mente que somos. Salvo situaciones particulares como embarazo, presión arterial alta, glaucoma o ciática, el yoga no ofrece contraindicaciones. De todas maneras, si tienes dudas siempre te sugerimos que consultes con tu médica de cabecera antes de iniciar yoga o cualquier otra actividad física.

Publicado en: Estilo de vida

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