Usos del retinol: todo lo que tienes que saber

¿Has oído hablar del retinol, pero no sabes bien de qué se trata? Llega una edad en que prestamos más atención a nuestra piel y cuerpo en general. Y es por esto que de seguro cada vez con más frecuencia te encuentras con la palabra retinol en la composición de algunas cremas y demás productos que usas para tu rutina de cuidado dermatológico. En este post te contamos todo lo que tienes que saber sobre los usos del retinol.

Nuestro primer consejo es que trates esta información con el respeto que se merece y que en este camino de encontrar el retinol que mejor se adapte a ti, cuentes con la supervisión de una profesional. Ya sea una dermatóloga o cosmetóloga, lo importante es que puedas sacarte todas las dudas con ellas. Recuerda que los datos que presentaremos a continuación son generales y tienen una función solo orientativa sobre los usos del retinol.

De dónde viene el retinol

El retinol proviene de la vitamina A. Entre los ingredientes de productos que contienen esta vitamina que son de venta libre encontramos los retinoides. Estamos hablando de retinol, retinyl, granactive retinoid, entre otros. El más fuerte o el que más efectos tendrá en la piel es el retinol. En algunas pieles puede causar lesiones severas como descamación, irritación, sensibilidad, etc. según el porcentaje de retinol que contenga la crema. Es por esto que su aplicación debe estar supervisada por profesionales.

Retinol: sus usos

Según diferentes investigaciones, la edad recomendada para comenzar con rutinas anti edad es a partir de los 30 años. Por supuesto que dependerá de cada piel y del cuidado que le hayamos dado antes.

Lo que es importante aclarar es que no es necesario aplicarnos grandes porcentajes de retinol pensando que de esa forma la disminución de las arrugas será más efectiva. Lo ideal es empezar de a poco e ir viendo cómo reacciona nuestra piel.

En este sentido, algunos laboratorios exhiben en la etiqueta el porcentaje de retinol, por lo que nuestra sugerencia es que optes por dichos productos y que comiences siempre por los porcentajes más bajos. Pasados unos meses y si tu piel lo ha tolerado bien, podrías pasar a valores mayores.

El envase del producto que adquieras debería indicar la frecuencia semanal de uso y el momento de la rutina de cuidado en que lo tienes que colocar. Si no lo dice, podrías comenzar utilizándolo tres veces por semana (nunca a diario) y aplicarlo luego del exfoliante.

Consejos de aplicación

La cantidad de producto que debes usar es mínima: el tamaño de un guisante en un dedo. Luego con la ayuda del dedo de la otra mano vas sacando pequeñas cantidades que distribuyes en forma de puntos por todo el rostro. Procura que la distribución sea pareja dejando de lado el contorno de ojos.

Por otro lado, hay quienes recomiendan su aplicación durante los meses de verano, mientras que otros expertos se inclinan por que su uso sea constante a lo largo del año. Por lo que nuestra sugerencia, una vez más, es que consultes con tu dermatóloga.

Entre los consejos de aplicación, algunas especialistas sugieren mezclar el retinol con la crema hidratante, o bien colocarlos sobre la piel apenas esta absorba el tónico. De esta forma, se forma una barrera protectora entre la piel y el retinol que ayudará a que este penetre lentamente. Tip: recuerda que se usa de noche.

Finalmente, antes de comenzar a usar retinol, elimina de tu rutina de cuidados los exfoliantes físicos y productos que contengan ácidos. Y lo más importante de todo, nunca olvides aplicar tu protector solar.

Este fue una breve introducción sobre los usos del retinol. Cuida tu piel, ¡es la única que tienes!

Publicado en: Cuidado de la piel

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